Oculta en el jadín del sentimiento
la pasión, que enciende nuestras vidas
bajo la sutil mirada de la aurora
y llegando ya a las horas postrimeras
rescoldos, de llamaradas que han quedado
se incendian de nuevo y nos calcinan.
Asi es nuestro amor y asi es que nos amamos
y un ímpetu febril siento en mis venas
cuando sus manos acarician mi cuerpo,
tiemblo entre sus brazos como ave prisionera.
Siento que el aire me llega perfumado
del jardín donde florecen mis ilusiones
donde al naranjo en flor huele su aliento
y me embriago del aroma de sus besos.
Asi es que vivimos nuestro amor
y lo disfrutamos, amándonos sin tiempo
porque nuestro destino fue encontrarnos
y solo Dios, puede en la vida separarnos.