Se dice que ir a la luna
evita a uno ponerse viejo,
por eso con mucha premura
emprendí ese viaje tan lejos.
Alquilé una nave espacial
y un traje muy costoso,
queriendo joven continuar,
emprendí este viaje caprichoso.
Todo me salió invertido
ay mi compadre del alma,
regresé de la luna, envejecido
y hasta llegué luciendo calva.
No vuelvo a ir a la luna
no regreso de ninguna manera,
aunque dejé obras de literatura,
mis documentos, y la cartera.
Este asunto por demás complejo
les confieso que ya me aterra,
prefiero quedarme así de viejo
pero tranquilo, aquí en la tierra.
Con estos versos escritos
yo dejo mi posición bien clara,
una vez roto este famoso mito
ya no hay ganas de inventar mas nada.
******