Oh Señor, cuán dulce es tu palabra!
No puedo vivir sin la guía de tu Espíritu,
Te necesito siempre, eres mi esperanza.
Día y noche lleno de tu presencia estoy,
Mañana será brillante, para mí es tu paz;
Aleluya! Me gozo de caminar en tu plano.
Queiro alabar a Jesús con todo lo que tengo,
Hay seguridad desde le recibí como mi Salvador;
Mi corazón se alegra cada vez tu fidelidad veo.
Jesús Cristo es mi fundación hoy y para siempre,
Perfecta es la ley de Dios, me protege de mal.
Amén! Mi alma quebrantado tú no la rechazas,
La sangre de Jesús fluye, me regocijo en tí.
Por tu palabra santa tú me fortaleces de nuevo,
Canto a mi Rey por la profundidad de su amor.