Jamás hallaré más bella
una mujer como es ella.
La fortaleza de su corazón
indestructible como el hormigón
a cuántos gustaría amarlo,
ni decir hay sobre conquistarlo…
Su rostro inspira poesía,
cuán grande es mi celosía
al ver mi pluma escribir sola
si me la imagino toda.
¡Pobre de Neruda,
de Béquer y Cernuda,
que escribiendo perecieron
y vivos no la conocieron.
Su mirada indescifrable,
su sonrisa enamorable.
Ablanda las rocas
enrojece las rosas,
y a mí corazón lo hace agua,
mientras mi amor se fragua.
J.M.García
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