La sombra está triste, mUriendo,
tal vez, se irá para siempre.
La botella es transparente, vacía,
el miedo desapareció hace horas,
el perro duerme, casi no respira,
no escucho el dolor de la noche,
la nieve acaba de llegar,
siento frío en la garganta,
los colores, la música... todo se apaga.
La tempestad se acerca a mi cara,
la oscuridad invade mi piel,
se van poco a poco los rostros,
todos mueren en silencio a mis pies.
A lo lejos una breve lágrima,
dos alas negras me acorralan,
no temo, todo estaba pensado,
sin embargo, no quiero partir.