Camino a mi casa por la calle desierta
En esta noche sin estrellas comenzó la tormenta
Sin alguna protección del inevitable clima traicionero
Deseaba en la oscuridad de la noche encontrarme algún lucero
Solo relámpagos me alumbraban
Los truenos retumbando en el cielo como cuando a la puerta me llamaban
Hacían que el agua se sacudiera de mi cuerpo cansado
Y dándome escalofríos, como cuando tienes al demonio a lado
Kilómetros y kilómetros me faltaban para llegar a mi hogar
Donde seguramente mi amor y mis hijos me han de esperar
Extraño mi cena y mi café caliente
Extraño a mi hija con su carita sonriente
Mi hijo por ser el mayor ha de estar preocupado
Seguramente pensara que algo malo me ha pasado
Sólo camino sobre esta calle oscura
Con esta tormenta que a cualquiera hace perder la cordura
Sé que el camino aun es largo y despoblado
Sé que no hace falta más que ganas de llegar al lugar deseado
Ya que no tengo opción sigo caminando
De pronto un estallido a unos metros me dejo temblando
¡Un rayo!, un rayo que lanzo la tormenta para hacerme recordar
Que mientras soñaba, de la tormenta no me podía escapar
Tenía que apresurar el paso, y de pronto sentí un jalón en el brazo
Sin un poco de valor mire a mi lado, cuando no vi a nadie me quede congelado
Sentí claramente mi piel avisarme que algo andaba mal
Me sentí acorralado e indefenso como cualquier animal
No quise gritar, pues nadie me escucharía
Solo aliento y tiempo con ello perdería
Sin más ni más me heche a correr
Escuchaba el cielo tronar como si se fuera a caer
Con seguridad había alguien detrás de mí corriendo
Volteaba a segundos y solo veía lluvia cayendo
Escuchaba los pasos aun más cerca, dándome alcance
No había escapatoria por más kilómetros que yo avance
Sabía que algo me podría atrapar
Y el miedo de a mi casa nunca llegar
Me llenaba de rabia, pues a mi familia nunca volvería abrazar
¡Aléjate maldito! Le grite
Solo la ira de la tormenta con mi grito desperté
Un trueno sonó a los cuatro extremos de la tierra
Esta tormenta más bien parecía una guerra
El cielo se ilumino de morado
Con aquel rayo que me dejo totalmente cegado
Se ilumino por completo la calle
Dejándome ver una figura delante que casi hace que me desmaye
Era un bulto parado a unos metros de mí y enfrente,
Me pare en seco y comencé a sentir mi sangre caliente
Era ira, no era miedo lo que sentía
Lo note por la forma en que mi corazón latía
La tormenta no dejaba de caer
Y ese bulto frente a mi no se veía mover
Parado a unos metros de donde yo estaba
Sentía la lluvia y el sudor que por mi piel resbalaba
Los truenos y relámpagos cada vez eran más seguidos
Hacían que mi alma y mi valor hicieran un solo sonido
¿Quien eres? Le grite con voz desafiante
-¡la muerte!- contesto al instante
¡Aun no es mi tiempo! Le grite casi llorando
¡Te irás conmigo! Me dijo mientras se iba acercando
El agua caía a cantaros como si se viniera abajo el cielo
Con el terror en mis venas, sentía que mi alma trataba de correr sobre un bloque de hielo
¡No es mi tiempo! Le volví a gritar mientras se acercaba
Que se alejara a el ser supremo yo le suplicaba
Me dijo: -tu tiempo aquí se ha terminado, no sientas dolor por las cosas que hayas dejado-
No son las cosas las que me duelen perder, es mi familia que nunca mas volveré a ver
Sentía los truenos y los relámpagos carcajearse de mí
No hay palabras para explicar la rabia que sentí
La muerte misma había llegado por mí
¿Porque en medio de la tormenta? A la muerte le pregunte
Contesto: ¿no te gusta la orquesta que para tu bienvenida organice?
Frente a mí se poso lo que parecía un monje cubriéndose el rostro
Me preguntaba a mí mismo, que espeluznante cara tendría ese monstruo
Le dije firmemente: ¡tu cara yo quiero ver!
En ese instante la lluvia dejo de caer
Solo relámpagos al cielo alumbraban
Los truenos por ningún lado en ese momento se escuchaban
Dio un paso más hacia mí para mostrarme su cara
No me imaginaba encontrarme con una sorpresa tan rara
¡Era mi rostro el que en el ser se veía!
¡Es mi rostro! Grite mientras de mi se reía
-estas muerto- me susurro al oído dulcemente
En ese momento caí al suelo inconsciente
Abrí los ojos y me encontré en la sala de mi casa pero no había gente
Cerré los ojos tratando de la pesadilla despertar
Al abrirlos de nuevo vi una multitud que no dejaba de rezar
Mi ataúd estaba ahí enfrente
A lado mi esposa y mis hijos llorando desconsoladamente
Tenía que ser una pesadilla de la cual tenía que despertar
Sino a mis hijos y esposa nunca podría volver abrazar
Cerré los ojos y comencé a llorar con una triste agonía
Sentí una mano cálida que con una caricia a mi llanto respondía
Era mi esposa a mi lado sentada en una silla
Me dijo, -tranquilo mi amor, tienes fiebre tan solo fue una horrible pesadilla-.
^Scorpion_05