Déjame amarte amor, déjame amarte.
Con pasión, con dolor, con mis cansados años.
Déjame darte la mejor de mis caricias,
el mejor de mis poemas, la locura de mis manos,
el dolor de este amor.
Déjame estar contigo en el paso de tus horas,
en las noches de tu almohada,
en tu alma en soledad.
Permite que te acune en el fondo de mi alma,
en mis calurosos brazos,
en mi lecho en acíbar.
Permite compartamos las locuras de los sueños,
la experiencia de los años,
lo tranquilo de las olas, el sabor de un gran amor.
Déjame amarte amor,
y darte todo lo que siempre he guardado;
mis caricias reprimidas, lo salado de mis mares,
esa lava que hay en mis venas,
…muchos remansos de paz!
Déjame una vez más amarte amor.
Y darte la mejor de mis ofrendas,
lo plateado de mis sienes.
A mi vida desbocada y mi alma bucanera.
Deja tan sólo una vez darte una vida inolvidable
a la orilla de la selva,
en la cresta de las olas,
en las huertas cocoteras,
en las rocas junto al mar.
Quiero juntar conmigo cristalinas noches de luna.
Construirte una diadema
y llevarte a navegar.
Déjame transitar ahora por tu vida, tus pasiones.
Por toditos los rincones olvidados del ayer.
Déjame estar a tu lado, y te enseñare a querer,
te enseñare a verdaderamente amar.
© Armando Cano.