Estoy por escribirte algunas líneas que nada expresan
de esta tristeza mía, de no poderte ver,
o del amargo enjambre de mis labios que atiesan
al no poder de tu boca, la savia ya beber.
¡¿Pregúntale a mis manos por qué se han agrietado?!
Por qué sudan mis dedos en un instante así
…Acarician sólo la sombra cuál pasado
aun sabiendo que es ahora cuando sudan por ti.
¿Y no has visto mis ojos llorosos y sin vida?
¿Sabes por qué amor? Te miran poco.
Quieren mirarte a diario como una florecida
mañana entre mis brazos…¡y yo me vuelvo loco!
Imagínate entonces los dos esa mañana,
cruzando levemente los dos una mirada
…amándonos sin prisa mientras el alba emana.
Sintiéndome amado y tú por siempre amada.