INGRATITUD
Alegre después de un laborioso día
regresa el hombre animoso a su morada,
contempla absorto el fruto de sus entrañas
risas y llantos le alegran su llegada.
Aunque exhausto no falta en la cama el juego
aflicción y desvelos en la dolencia
mimos y besos arrulla en su costado
llorosa y débil flaquea recostada.
Años pasan el bebe crece ha olvidado
recuerdos de correcciones han quedado,
llenando de odio y desamor su vistazo
un velo ha bajado y la amnesia ha llegado.
Se ha revelado con la parental norma
y sufre pues cree no haber sido amada
¡Qué dolor tan grande se desgarra el alma!
ante tal ingratitud de quien se ama.
GUSTAVONAR