incontables las cicatrices
complejos, culpas con sus matices
dolor profundo y arraigado
lastres al pecho bien amarrados
¡y llega tu dulce voz!
acomodandome el corazón
¡y llega tu tu amor tan suave!
entraste lento, esa fue la clave
no ultrajaste mis miedos
no te fijaste en remedos
avanzaste lento y seguro
tan dulcemente y sin apuro
cuanto abrí los ojos estabas tan dentro
ya que de mi vida, eras el centro
ni metí las manos para defenderme
solo en tus brazos quise perderme
tu serenidad me conquisto
tu honestidad me cautivo
tu paciencia me arrebato
mi inseguridad se quebranto
amado mio, eso es nada
con nuestros años dulce morada
he descubierto que eres fiel
fiel a ti mismo y a tu mujer
esa mujer que atravesaste
con tu amor limpio y tan elegante
te correspondo con lo que tengo
reconstruido todo en mi pecho
me atrevi a volver a amar
contra mis miedos y voluntad
te amo y tengo el valor de amarte
toda la vida quiero gozarte