“Quien me ame que me siga”
(Amado Nervo - Perlas Negras-
Casi un amor perdido)
Nocturnos
(La libertad de mis versos)
I
Y esta noche influida en mis recuerdos
Sobre el nácar perfumado de tu cuerpo,
Se enlaza tiernamente con el velo
Inquebrantable de esta noche que en ti siembro.
Siento venir entre atisbos madrugones
Los claros destellos de tu cielo,
Es el mismo que acude en mis desvelos
Al encuentro embelesado de dos cuerpos.
Se ve allí en la ventana, asomarse la luna
Enamorada;
La misma que cubrió con su luz,
La eternidad de nuestros besos.
Esta noche la quiero inextinguible
Que nada impida su arrebato,
Pues mi alma enamorada
Se entrega a ti, en sus mil besos....
II
Sobre las huellas de un amor primero
Sembré sin afanes ni tonos doloridos,
El amor cadencioso y bien florido
Con mi ímpetu cortesano y zalamero.
No fue un simple y deseado anhelo
Nacido entre las tapias envejecidas;
Era, sí, un vapor pendenciero
Aproximado a los pretines de la ira.
Y el viento largo que mi amor excita
Blandió la vela al cruzar el río,
Sometiendo a ti mi amor crecido
Convirtiendo mi edad en primavera.
“El cuerpo es consuelo del espíritu”
Cuando el aserrín colma la cita,
Dando rienda suelta a la voz marchita
Y el deseo se abre paso ¡Oh, diosa Afrodita!
Templado así pues los tartanes
Sobre los cuales mis pies pisan,
He de ver en los azules ojos
Los versos que al amor excita.
Sueños que encantados evocan
Los tiernos besos de tu boca,
Llévenme sobre la infiel sombra
Para devorar lo que me asombra.
Y así con tonos melodiosos
Sembrar pueda el adusto pino,
Que perfuma mi redil ansioso
Sombre la dulce copa de tu vino.
III
Amor que dulce empalagas el beso
Amor ardiente que abraza el talle,
Amor de los amores primer trino
Que se apacentó en los altares.
Yo lo sentí de vez primera
Sobre mis ancas allí dormido,
Y lo desperté impulsivamente
Porque quería hacerlo todo mío.
Feliz quien en pródigo destino
Se embarca hacia lejanos horizontes,
A explorar el tórrido amor viajero
Y a disfrutar de los romances callejeros.
Infinito amor, luz de la vida,
Del alma tormento eterno;
Del corazón, dulce y miserable
De los años página de recuerdos.
Canta aquí en el oído mustio
Breva con ansias de mis labios,
La miel de los puros y de los santos
De mi cuerpo eres dueña, y de mi candelero.
Dime ya locamente lo que piensas en silencio
Para jugar en los parques divertido,
Saciándome en el cariño de tus senos
Y dejarme tapiar por la avalancha de tu estero.
Complace ya el sueño de mis ansias
Con la brisa marinera de tu pelo,
Y en el regazo de tu fiel realeza
Hacerme caramelo en tus besos.
Theo Corona
Nocturno
En un aniversario de mi vida….
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