Es dulce acurrucarme en su pecho
Y escuchar el acompasado sonido
De su corazón agitado.
O que él se acurruque en el mío
y poder acariciar su bello rostro.
Y cubrirlo de besos, muchos besos.
Hasta saber que duerme
Entonces, ponerme de espaldas
Y sentir que ruedan lágrimas
Desde mis ojos y se pierden en las sabanas,
Porque sé que es efímero nuestro encuentro.
Y querer morir en ese momento
para eternizarnos en el amor, en el tiempo.