Anoche abrí los ojos y soñé
que me susurrabas con tu mirada,
suplicando que el alba no llegara,
cada anhelo que entre roces exploré.
Anoche abrí los ojos y pensaba
tus dulces besos de carmín que allí
me invitaban con rubor y prisa así
a tomar la oferta que ello ocultaba.
Anoche al abrir los ojos sólo vi
una sonrisa llena de promesas
buscando día a día encontrarme a mí.
Poniendo como reglas sólo esas:
de vez en cuando un día para ti
y olvidar lo demás cuando me besas.