La roca se sonroja al despojarme
El brutal escudo que le cortejo
Su vista es puñal que invita al crimen
De besar la escalera que no ascendió
Su peñasco era la patria donde andaban
Mis penumbras mendigando engaños
Aludía ser nieve su suave paloma
Pero lo infausto retorno volando
Contemple la lámpara consumida
Decorando el duende frustrado en el contorno
Transite sin velas un mar de amenazas
Más me ampare sin querer en sus ojos
Era un embuste la melodía del retrato
Que afilo el encanto en mis oídos
Rasgué su entrada como el que acierta un caudal
Se pasmo el espejismo en un lento latido
Le figure coronas sin ser monarca
Fantasee ser la dama detrás de su vigor
Le escolte sin preguntas como el perro al amo
Pretendí ser gentuza por no opacar su valor
Asocie mis armas a su guerrilla revuelta
Aunque inútil parezca exploraba el sosiego
Me impregne en el diluvio de un arenal trastocado
Ignore la sustancia del perfume en sus cabellos
Mi naturaleza era velar la lujuria como hazaña
Creerme faquir esquivando la hoguera de cada rincón
Obtuve limosnas sin ser limosnero
Negué mil perdones y nunca fui dios
Bebí gota a gota la paradisiaca pócima
Que forjaba en mis venas el sabor de la adicción
Fui el ave agraviada que se acerco a su guarida
Me enjugo los labios con un vino de aflicción
Su reloj desviaba las agujas de mi mente
Me transporto al pretérito que siempre enterré
Yo vi su muerte al fallecer con su abandono
Ahora sé que perezco si no lo puedo ver
Deletree aquel libro que imprimió en mis manos
Tropecé con mi lumbrera sin saber qué hacer
Era un adoquín que me arrastraba al pavimento
De aquello que duele más siempre anhele
Me enloquece acosar el paladar del lóbrego
Como el sádico aspira el descarrió sin escape
Eres tan frecuente como lluvia de rocíos
Soy la corriente donde te enredaste
Mientras su piedra carece de compasión
Mi amparo no se derrumba en un lapso
Yo fui crédula el solo inocente
Más me quedo yo sin mi amado