"Lo bueno o malo del amor es que garantiza/ si has amado tanto,/ que siempre habrá algo de llanto en tu risa/ y algo de risa en tu llanto".
Estoy al nivel que contigo necesito,
a la altura que tu ser de mí demanda,
con espacio para un sentir infinito
que en mi alma se ubique y se expanda.
Ni más arriba ni tampoco más abajo,
a la altura exacta de tu sensibilidad,
allí donde mi boca besándote se distrajo,
donde me inundó el olor de tu sensualidad.
A la altura de lo que eres como persona,
bendito nivel que me acerca a ti, mujer.
A la prestancia que nunca te abandona,
al mundo de los sueños que pueden ser.
Estoy a la altura justa para a ti acercarme
y darle a mis labios la bendición de besarte,
dulce emoción cuando puedas abrazarme,
y una inigualable pasión al abrazarte.
A tu nivel y sé que eso no es sencillo,
tengo ayuda del destino y mucha suerte,
un alma lista para albergar tu brillo
y un corazón que sólo desea quererte.
Altura para las palabras que de mí oyes,
para que me ames sin que te canses,
nunca tan bajo para que te apoyes
ni tan alto para que me alcances.
Estoy a tu altura, seas baja o seas alta,
listo para viajes de amor sin regresos,
al nivel donde el sentimiento me asalta
y me solicita que te coma a besos.
Conocerte ha sido algo extraordinario,
como lo ha sido amarte dulcemente,
doy gracias por tener el nivel necesario
y una altura más que suficiente.
Y no hablo al decir altura de tamaño,
me importan tus dimensiones internas,
ésas que adoro y que en tu ausencia extraño
y me regalan sensaciones eternas.
Estoy a la altura apropiada, la más deseable,
con tu esencia que me es imprescindible,
listo para darte el amor más estable
allí en tu punto más sensible.
Te hablo de altura, hablo de nivel,
hablo de la emoción que el alma detecta,
maravillosa en tu mundo interno, en tu piel
y para mí... perfecta.