Habian muchas golondrinas volando sin parar en el jardin. Los colibris dormian en sus nectares y las mariposas danzaban transformando el aliento de la tarde. Otras aves de infinitos colores llegaban para quedarse y cosechar sus nidos. Los vi maravillarse de sus vidas y senti una alegria indescriptible pegada en mis ojos al saber que compartirian conmigo mis sueños y la fragancia de las flores para siempre.