La voz celestial invade el breve temblor
del alma que se acerca a la luz de aquellos ojos
que nacieron para dejar el amor entre las flores
del canto azul que brilla en mi piel,
te siento llegar, el mundo desaparece,
tu cálida sonrisa embruja el silencio
de cada pensamiento puro y tierno
como la brisa que roba el aliento.
Yo te miro, tu caminas por ahí,
no volteas ni siquiera un momento,
te saludo, quedo quieto, como muriendo,
tú sigues en lo tuyo, "hola, hola..."
yo, sin valor para decirte...que te quiero,
me digo "será mañana", lo prometo.