Como un claroscuro
de ilusiones;
comenzó a dibujarse
en el cielo gris,
la clara y anhelada
brillante esperanza.
Los tenues y pardos
colores deslucidos,
se empezaron a mezclar
en la inmensidad,
y allá, en el fondo
del taciturno éter,
un tímido azul sereno
estrelló la oscuridad,
sin que pudiera evitarse.
Los áureos filamentos
del astro luminoso,
se fugaron sin control
y tocaron el horizonte,
ahí donde reinaba
la sombría melancolía,
esa que lentamente
se fue diluyendo,
y que se evaporó
con la presencia del sol.
e.g.