Desde pequeños los juegos de infantes,
inocentes historias de amor.
Sonajeros de una vida contigo,
preludio del enredar de tus rizos.
Luego, improperios en el colmado,
sorpresa de vecindad,
vergüenzas de la edad,
torpes tropiezos del arquero.
Los amigos comunes
confabulando en nuestras vidas.
Azul e infinita tu mirada,
océano de mi hambre atrasada
Brotan tallos verdes en las entretelas,
pétalos de mil flores sobre el piélago.
Campanas del preso por tu andar,
a Ana le basta un beso para callar.
Donosura en tu compaña.
Los lustros, segundos del reloj.
Siglos a tu vera me quedaría,
cada vez te quiero mas, vida mía.