Triste está mi alma
hasta la muerte.
En el banco de piedra
dijiste:
"te acordarás de mí"
-borbollaba el Genil
a nuestros pies,
las acacias mecían
las hojas,
los vencejos volaban raudos,
un pajarillo
posábase en los juncos
del río,
la Alhambra
se arrebolaba
al trasponerse el sol:
¡qué maravilla desde el Mirador!
¿Qué puedo hacer
para unirme a tu Espíritu:
un tiro pegarme en la sien,
mirando el Ventanal,
tumbado en el sofá del Comedor?
¿Beberme la cicuta?
¿Esperar que me llames?
Si tu Espíritu es en el Más Allá,
nunca,nunca,de otra seré.
Siempre,siempre,tú serás mía
en el vivir que diariamente
hago conmigo:Parque Norte de Ubeda.
(¡Oh,Dios, oh,Dios
-mi Dios cordial-,
qué mal me hiciste!)
-Hoy he vuelto a pasar: el recuerdo
una lágrima ha dejado caer:
la corriente se la llevaba...-
-salvador-