Yo no diré lo que veo,
yo no diré nada.
Tal vez porque no puedo,
tal vez un tal vez mañana.
Tú estabas allí siempre latente,
tu estabas como está siempre el alba:
brillante, exhultante, imaginada.
A veces miro de soslayo,
solo a veces te encuentro
pero ya no digo nada,
ha sido, has sido y yo fui,
todo es ese ayer casi perdido.
Si, tu vienes con la boca abierta
hablando y hablando de tus grandes cosas,
cosas inentendibles, inverosímiles
y yo me pregunto y... te pregunto
¿como decir sobre el amor inmaculado?
¿como expresar el cielo nocturno
con el mar gritando?
¿como descifrar aquellas distancias
desechas huellas en las arenas idas?
Y tu hablas y hablas y yo no veo
más allá de tu boca mustia
una razón, un amor, un dolor,
ya no veo mucho mas
que unas simples manchas.