Dios...
Tu me enseñaste a luchar
sin importar el momento
sin olvidar la responsabilidad
anteponiendo mi conciencia.
Tu me enseñaste a luchar
sin importar la frustración
sin olvidar la respetabilidad
anteponiendo siempre el ideal.
Tu me enseñaste a luchar
sin importar la ansiedad
sin olvidar nunca la ilusión
anteponiendo la viabilidad.
Luchar por un porque.
Luchar por un debería.
Luchar por un tener.
Tu me enseñaste a luchar
por encontrar un afecto
por un gran y cálido abrazo
por llevar a alguien de la mano.
Tu me enseñaste a luchar
por hacer siempre una caricia
por despertar con una sonrisa
por tener un buen compañero.
Luchar por la vida.
Luchar por el amigo.
Luchar por el amor.
Sabes Dios...
Amo ser un luchador.
©Tizzia Holwin
2012
Derechos Reservados
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