Esta es la enternecedora historia de Destello un cocuyo alegre y juguetón, su madre (luciérnaga) antes de que el naciera falleció, fue entonces cuando la señora búho conmovida lo adoptò; y desde ese entonces todo su amor de madre en ese desamparado cocuyito ( bebè) ella volcó. Ella le contaba conmovidas historias sobre mamà luciérnaga, la cual se encontraba en el cielo, alumbrando desde allí a su pequeño. Después que aprendió a volar, Destello subía cada noche hasta lo más alto de un árbol, con su lucecita encendida y los ojitos abiertos de par en par, escudriñando entre tinieblas; para ver aparecer a quien el pensaba era su mamá, hoy no era la excepción ya que el cielo reflejaba grande y hermosa a la luna, brillando en todo su esplendor.
Destello le sonría y de manera dulce la observaba, mientras medio tristón en voz baja le contaba, como estaba lleno de ausencia su corazón, le decía lo mucho que la extrañaba, pues para él no era fácil entender porqué con él ella no estaba. Al ver que la luna no respondía se preguntaba una y otra vez, ¿será que hay otra luna? ¿Por què no me mira y me lleva hasta donde ella está? ¿ Será que es una de las estrellas y no la luna mi mamà?. Esa noche Destello regresó muy afligido y entre sollozos se durmió, al día siguiente algo extraño pasó, él su lucecita no encendió, tampoco a lo alto de aquel árbol subió como acostumbraba, a mamá búho esto mucho le preocupó; por lo que tratando de encontrar las palabras justas pensó, còmo abordar tan difícil situación, fue así que con su suave y tierna voz a la pequeña luciérnaga le explicó.
Destello, ¡bonito nombre! Te lo coloqué yo; cuando naciste fuiste esa luz que a mi solitaria vida alumbró; hoy te hablaré de la luna y las estrellas, cada cual tiene un brillo especial; ellas al igual que tu mamá por siempre estarán en el cielo , brillando dentro de tu corazón, y nadie logrará nunca apagar esa lucecita de ilusión que durante todo este tiempo de alegría y esperanza te llenó, pero también estoy yo, necesito ver esa luz encendida el tiempo que me quede de vida, fue así como destello entendió el significado de la palabra amor dándole sentido a un refrán que un día a través del viento escucho; ¡ Madre no es la que pare sino la que cría!
Y con una inigualable ternura esa noche mamá búho lo arrulló, ululando para él palabras de amor que hacían que Destello encendiese de manera titilante su luz, la cual iluminaba la noche como ninguna otra estrella; de este modo agradecío la presencia de su mamá adoptiva quién a través del amor, el valor de los sentimientos le enseñó.