No puedo conciliar el sueño…
En mis oídos,
Retumba el eco de mi nombre en tus labios,
…Te extraño…
Mi boca,
No deja de hablar de tus besos,
Mis ojos,
Lagrimean tus sentimientos…
…Pienso… en…
La intensidad de tus brazos,
Apretando mi frágil y torpe cuerpo…
Mientras tanto yo, me entregaba por completa,
Porque tus manos,
Me brindaron la confianza…
…Y comienzo a sentirte,
Palpando cada centímetro de mi misma…
AY!... Debo detenerte solo un poco,
Porque el alma no se toca,
Pero pareciera que tú lo hicieras…
…Entonces…
Te miro a los ojos,
En la mitad de nuestra unión,
Para solo transmitirte mi amor,
Porque las palabras agitadas,
No se usan para romanticismos…
Para eso están las miradas…
Y así…
Te siento mío,
Porque soy tuya,
En cada momento,
En que el rocío
De nuestros pechos se juntan
Y el palpitar,
Va al compás
De las silabas que me pronuncian…
…Una vez mas…
Mis deseos,
Combaten con las caricias…
…Siempre uno de ellos gana…
Y… Entramos en el momento más grande,
En el que somos sólo uno,
Y todo comienza a complementarse…
Voy abriendo los ojos
Y pienso “ya he conciliado el sueño’’…
Pero no soñando,
Solo recordando los momentos
Y escribiendo en mi mente
La pasión textualmente,
Sonriendo porque,
El amor crece,
Alrededor del perfume primaveral,
Que ambos unimos y que desencadena nuestro amor.