Ayer se me partió el alma,
te acercaste a mí
con tus ojitos
nublados de llanto.
Buscabas consuelo en mi pecho,
apoyé tu cabecita
mientras besaba tu pelo...
¿qué hay angel mío
que haga brotar tu llanto?
Entre sollozos me platicabas
que te habías encariñado
con un insecto
que tenías en cautiverio.
Por una tarde te divirtió,
te causó mucha gracia,
le pusiste comidita
y trataste de tenerlo
bien acogido.
¿Cómo explicarle a tu corazoncito
que no solo se vive de cariño?
te sugerimos ponerlo en su lugar natural,
por que Dios hizo todo para que haya
balance,nosotros estabamos
rompiendo ese esquema de vida.
Hijo mío,con esa pena
que te embargó,
deseo que te ayude a comprender,
tu corazón es muy grande,
tu cariño lo brindas
sin esperar nada a cambio,
lo sé,por que siempre
tratas de alegrarme.
Y es tu risa la que me ilumina,
tus ojitos dos luceros
en mi cielo gris.
Quiera Dios que nada te lastime,
que sigas creciendo
con esa pureza en tu alma,
que la maldad no te toque.
Yo estaré junto a tí
hasta que Dios lo permita,
mi amor por ti es inmenso,
como el sol que nos ilumina
todos los días.
Mi rey amado,
te ama mi corazón.
YOLANDA BARRY.