Remontando ríos contracorriente,
mi corazón te ha vuelto a encontrar
después de toda una vida esperando.
La felicidad siempre llega muy tarde
cuando no podemos alcanzarla
porque el destino nos ha engañado,
nos ha enviado a otra dimensión
de la que ya no podemos salir,
ya no tenemos fuerzas para salir.
Me alegro mucho de haberte encontrado,
existías no eres producto de un sueño,
quizá de otra vida de tiempos pasados.
Ya no puedo quererte como soñaba,
mi corazón también me ha engañado
llevándome por caminos equivocados,
pero te quiero aunque sea de otra manera
que no me atrevo a ponerle nombre
o no exista nombre que ponerle.
Sólo sé que eres mi primer pensamiento
cuando empiezo a vivir un nuevo día.
Que pienso en ti para alejar tristezas.
Que estás escondida entre cartas y postales.
Que aunque mi mente se niegue a pensar
siempre encuentro algo nuevo que decirte.
Que eres ese pensamiento dulce y tierno
que en las noches de luna y estrellas
o de cielos cubiertos de nubes grises,
hace que mi sueño sea plácido y profundo.
Me alegro tanto de haberte encontrado
y que me inspires tantos sentimientos,
aunque no sepa que nombre ponerlos.
FÉLIX MORENO