…amor cuando me llamas, mi corazón palpita
y tu voz es música que lento me recita
todo el amor que sientes, que brota de tu aliento,
y tus palabras son un hálito de viento.
El timbre del teléfono siempre a la misma hora,
entonces mi pasión se nota y se aflora.
Desbordo el interés de escucharte de nuevo
para guardar por siempre, tu dejo que me llevo.
Platicamos de viajes, de inseparables momentos
donde estamos tú y yo, en íntimos encuentros;
o los parques quizás que juntos transitamos.
Qué recuerdos entonces ¿en dónde nos quedamos…?:
…¡Ah, sí! Que siempre tu llamado lo espero y, lo repito
hablamos de algún poema, que para ti he escrito,
donde describo entonces tu amor –que es una gema-
y tú eres la protagonista, la luz y la diadema.
¡Amor cuando me llamas! No hay nada tan prudente,
quizás algún secreto tan nuestro incandescente…,
amor, cuando me llamas, estoy siempre a la espera,
pues no hay constelación, si no hay una quimera,
Es temprano lo sé, para que el riiing resuene,
pegaré la carrera como el rayo que truene.
Iniciaré la plática ¿si quieres? De este día.
¡¿Cómo te fue amor, me extrañas todavía?!
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”