Poemas para el alma

El grado que vibró la pasión

Quieta, perdido en tus ojos, inmortalizada,

así es que voy retratándote muy lentamente

hasta secar mi respiración, siendo agotada

cuando tus curvas hacen amor en la mente.

 

Mientras improvisan los labios tu perfección,

sabor de miel derretida como estado natural,

sensibilidad táctil en la lengua da expresión

al contornear la humedad sobre tu piel floral.

 

Enajenado de dominio para actos masculinos,

doblegas la propia voluntad a tus pretensiones

insistiendo en alimentar los deseos reprimidos

con fantasías de otros mundos, sin represiones.

 

Mas calor arde en la hoguera, más es la sazón

que envuelve cocción amorosa de vida asumida

cuando las palabras se hacen por ti excitación

extasiadas sobre toda la sexualidad derretida.

 

Era evidente que la temperatura ya no bajaría

porque habíamos roto el récord de repetición

sentando testimonio de la lujuria que rimaría

por siempre, con el grado que vibró la pasión.