Tuya...
Y me hiciste tuya aquella noche de noviembre,
cuando la brisa abundaba con olor a primavera,
mis pechos florecidos y sedientos
esperaban el rocío de tus besos.
Se encumbraron de pronto ante tus ojos
esperando ansiosamente el roce de tu boca,
a mis labios apretados se le escapan
suspiros abismales y sosegados.
Eran mis manos un manojo de amapolas
Y en el aire resollaba el nerviosismo.
Tus manos temblaban junto a las mías
intrépidas caricias buscaban sensaciones.
Y allí extasiados de embriaguez
nos confundimos lentamente entre las horas.
Me suspendí en tus brazos un momento
embargando a mi alma plena dicha,
me creí ser el cielo infinito ante tus ojos
y a tu cuerpo lo cubrí con mi ternura.
Me confundí con la paz profunda de tu alma
y entre tus manos te entregue mi dulzura.
Se convirtió en fuego, en aire mi cuerpo
y sucumbí ante tu amor tan profundo,
me distes alas al sentirme tan amada
volé por aires secretas de pasiones.
Vertiginosa caí entre tus brazos
aferrándome fuertemente a tu espalda,
Y navegué en el mar de tu cuerpo
en oleaje suave me encalle a tus orillas,
dejándome mecer por tus caricias
me hiciste tuya aquella noche de noviembre.
Y me sentí tan amada aquella noche
que las estrellas se prendieron en mis ojos
me dormite entre tus brazos ya rendida
mientras los rayos del sol aparecían.
Todos los derechos están previamente inscritos
Alexandra Fuentes Neira Chile - 2012
R.C: Código 24457886-02