Al caer la noche callada y serena,
sintiendo por mi una larga gran pena,
al callar las voces de estos lamentos,
de noche y de día no estoy contento.
Grito y denuncio las maldades humanas,
y solo recibo miles de pascanas,
la voz de los pueblos no la callarán,
burgueses con sellos de vil capitán.
Y moriré en las luchas sangrientas,
por el respeto e igualdad del pobre,
se que sera una lucha violenta,
no me quedare con la boca salobre.
Y luchare por los Apóstoles sin Cristos,
por los hermanos que luchan cada día,
los que tienes cristos sufridos en el alma,
los que nunca reciben la paz ni la calma.