¡Vamos, empieza un monólogo a escribir!
El alma, en el silencio se acomoda,
postre de la cena, tengo un fetiche,
¿Sabes acaso, que estás en mi vivir?
Al rincón, un ratón está de moda,
yo quería estar solo, es un metiche.
Pasaron semanas, no vine al rincón,
otro paso, me condujo al desvelo,
piquetes de moscos y mucho calor,
de nuevo aquí, por efectos del ciclón,
al entrar, veo dos prendas de tu cielo,
pronto despierta el deseo por tu amor.
Hago un acomodo sencillo del cuarto,
reviso cosas, barro con la escoba,
las contemplo, amarillo y rosa fuerte,
las extiendo y acaricio, no me harto,
nuevamente, el sitio se vuelve alcoba,
te apareces en sueños de tenerte.
Aunque gustan tus flores, que te vivo,
al misterio del destino, suceden,
si amarga la comida, el postre dulce,
conducta sádica, de lo que escribo,
al masoquismo, las acciones ceden,
relación así, ojalá ya no nos impulse.
EL POETA DEL AMOR.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.