Diaz Valero Alejandro José

Madre, hijo y hambre

El niño lloraba

frente a su madre

y le reclamaba

que tenía hambre.

 

Ellas con sus pechos

alimentar no podía;

los tenía secos,

faltos de comida.

 

Ambos famélicos están

el hambre los ha corroído

y lloran por falta de pan,

la madre, y el hijo.

 

La penuria se hizo dueña

de aquel par de seres

que vive, espera y sueña

con nuevos amaneceres.

 

Ojalá Dios los provea

para que suplan su necesidad

y en la esperanza crean

en el amor y en la bondad.

 

Mientras tanto, allí están

víctimas del hambre cruel…

Víctimas de la propia sociedad

que ignora su padecer.


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