El niño se pone de pie
En cuanto siente tú presencia,
¿Será que percibe el calor de tu vientre,
Su origen, su razón de ser?
Se embebe contemplando tu belleza
Y tiernamente se recuesta
Sobre tus blancas manos.
El niño sueña contigo
Sobre sábanas perfumadas,
Acariciado se siente bajo tu mirada,
Anhela el beso furtivo,
Febril, a puerta cerrada,
El beso de chocolate
Que lo vuelve hiperactivo.
El niño anhela el descanso
Sobre tus piernas de nácar,
Busca inquieto el fiel abrazo
Mientras su mente cabalga
En busca de su alimento
Endulzado en miel no escasa,
Y en una dulce niña centra su pensamiento.