"Imaginarte desde lejos durmiendo destapada/ es tentación que no aguanto,/ lejanía que no me gusta nada/ de un cuerpo que me gusta tanto".
En un instante todo se dice en un gemido,
aunque pierdas la razón todo tiene sentido
y una voz en tu alma un “te amo” grita...
En un instante hay bendiciones en tu memoria,
porque ves pasar los capítulos de la historia
de un amor que se jura y una verdad infinita.
En un instante eres tú, soy yo y dejamos de serlo
y el amor deja de ser sueño y podemos poseerlo
y se vuelve de pronto, nuestra mágica posesión.
En un instante como ése por el más dulce motivo,
un sentimiento muy rebelde, tenaz y fugitivo
encuentra el mejor refugio en el corazón.
En un instante se mezclan nuestros sudores
pues hay en nuestros cuerpos fuerzas superiores
que predominan en el alma, en el pensamiento,
somos como personajes de cuentos de hadas
y nuestras bocas unidas relatan emocionadas
a besos el más maravilloso y sutil cuento.
En un instante se nos muestra intensa la vida
y por tanta emoción hasta se nos olvida
que también tiene un lado que es triste,
porque logramos al fin apartar a otros
y llegamos a creer que entre nosotros
tan sólo un gran amor es real y existe.
En un instante caníbales somos y nos comemos,
y el alma brillando a todo dar es lo que tenemos
para demostrarnos uno al otro lo que sentimos.
Es una delicia única, maravillosa, compartida
y vemos ambos cómo casi se nos fue la vida
en esos besos que sin cesar nos dimos.
En un instante, tanto se vive en un instante,
con la persona amada, con quien es amante
de entregar su amor sin un límite posible.
Con un sentir que es verdadero, palpable
y una piel que parecía inalcanzable
y en un instante se volvió accesible.
En un instante fuiste dueña y fui el dueño
de tantas cosas que conformaban un sueño
e hicieron tangible una hermosa realidad.
Fuimos artistas y fue el amor nuestro arte
y me amaste y me dejaste amarte
en un instante que me supo a eternidad.