Buen día querida.
Disculpe señora, no la había visto.
Sí, mi suegra me comentó
estaría usted cuidándola.
Lo había olvidado.
Claro, ella no me escucha.
Tampoco me di cuenta de ello.
¿ Si dormí ?
No, no he dormido
ni un solo minuto.
No he logrado hacerlo.
Ahora recuerdo que he
venido a relevarla.
Ya son las seis de la mañana.
Puede usted ir a descansar.
¿Cómo pasó ella la noche?
Constantemente dormida.
Claro, tiene respiración artificial.
Le pagaré la noche.
Puede ir nomás.
Hasta más tarde, señora.
Trate de descansar bien.
Hasta luego.
Qué distinta te ves, querida...
Hace una semana de nuestro accidente.
Dios permitió saliese ileso,
pero tú...te veo así y...
tendría que ser yo el que
que debería ocupar tu lugar...
Hace noches que
no puedo dormir.
En la oficina parezco
un zombi.
No coordino.
Mi jefe me pidió
dejase de trabajar por
unos días.. Tengo decidido hacerlo.
Tienes frías las manos.
Y ese pulmotor...
Me siento con cargos de conciencia.
No hubiese tenido que manejar
a esa velocidad...
Estábamos muy alegres...
Mi cabeza me daba vueltas...
Fue por el exceso de alcohol...
Y tú me pedías que acelerara...
que acelerara... y lo hacía...
y después, chocamos...
No puedo sacarme esa imagen...
El pensarlo es un tormento...
Dios permita te salves...
¡Qué triste es estar
en un lugar así!...
Me hace recordar
cuando mi madre estuvo
enferma...
¡Pobrecita mi vieja!...
Ya no la tengo...Ahora estás tú...
Y me vuelve a la memoria...
tantos sucesos de nuestras vidas...
el día que nos conocimos,
todos nuestros encuentros,
todas nuestras promesas de amor,
el que nos unimos para toda la vida...
nuestros dos retoños...
También la noche del accidente...
Esa noche no recuerdo
por qué motivo en el viaje
de vuelta a casa, discutimos...
creo que fue por una tontería...
aunque, ahora sí...
tú me recriminabas...
que esa noche le había
dedicado mucho tiempo
a una amiga tuya...
y que estabas disgustada
por el tiempo que habia bailado
con ella... sí, ahora lo recuerdo...
fue... una discusión de matrimonio...
tontos tus celos...pero yo no
te había respondido de
buenas maneras... sí, lo recuerdo...
me puse nervioso, me parece
que hasta te grité, sí...
Aceleraba la marcha,
te obedecía, tú me lo pedías...
y yo lo hacía... aceleraba...
aceleraba... y después, el choque...
Y ahora, tú acá, y yo aquí, sentado...
Suegra... qué temprano ha venido...
y con los niños... ¿cómo es que los ha traído?
claro, quieren ver a su madre...
no quería la viesen así...
hola queridos, mamita está enferma,
pero ya ha de curarse...
no hagan ruido, ella está dormida...
llévelos, por favor...
llegarán tarde a la escuela...
quédese tranquila, he de quedarme
cuidándola, venga usted después de almorzar...
no, no tengo apetito, después
tomaré un cortado...
Niños, despídanse de mamita...
desde lejos, tírenles un besito, así...
Un beso para los dos... hasta luego...
Hasta más tarde, querida suegra...
quédese tranquila, estaré con ella...
Descuide, trataré de descansar ...
Padre nuestro,
que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre...
Oh, me quedé dormido...
Disculpe, enfermera...
Estaba tan rendido...
¿cómo está ella?...
Ya vendrá el médico
a darme su parte...
bien, lo esperaré, y prometo
no dormirme...
Gracias, es usted muy amable...
¿Qué hora es? Las once...
Gracias, nos vemos...
Bueno, sí, un café cortado
por favor... gracias...
Mi amor, sigues con
tus manos heladas... Continuará
Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto - 22/10/2012)