Alfredo Moreno Davila

Trigo y cizaña

Una mañana de cosecha,

Recorrí un trigal cogiendo espigas,

Y las trituraba para masticar sus granos.

 

Veía que mis manos no tenían mucho grano,

Y que muchos de ellos eran tan amargos,

Que se perdía el sabor del trigo suave.

 

Le conté este sueño a un recolector de trigo,

Y este sonriendo, me dice lo siguiente:

“Para coger trigo debe agacharse,

De lo contrario, recogerá cizaña”.

 

Decido ir al trigal de este conocido,

Y él me explica lo siguiente:

“Mientras mas maduro es el trigo ,

Por el fruto que lleva, más inclinado será,

La cizaña, por el contrario,

Por su poco fruto, siempre permanecerá erguida”.

 

Con esta explicación de la naturaleza,

medito de nuevo en mi sueño

y llego a las siguientes conclusiones:,

 

El hombre pasa buena parte de su vida,

Indagando sólo a nivel de la superficie humana,

Por ello confunde amistad con interés,

Y amor con atracción y encanto,

lo cual genera sinsabor y desilusión,

equivalente al fruto amargo de la cizaña

 

Al igual que se recoge el trigo

la amistad y amor se consiguen,

indagando a lo profundo del ser humano,

escogiendo aquellos que dan fruto auténtico

de justicia, amor, lealtad y bondad,

en su relación con sus cercanos