En verdad, os digo,
suyo es ese anillo,
con bordes distantes,
y color de amantes.
Que talla a medida,
su amor en demasía,
surcando con lazos,
todos sus pasos.
Reemplazando de:Te quieros,
la noche clandestina,
detrás de su cortina,
pintada de deseo.
En verdad os prometo,
una vida distinta,
con surcos de afecto,
rondando su sonrisa,
Pues en este secreto,
se esconde el sentimiento,
nacido en la bruma,
en noche de luna.
Surcando sus arterias,
abrazando sus caderas,
de modo recurrente,
donde el alma siente.
Mas entonces os beso,
ofreciendo mi amor profeso,
para vivir su tiempo,
en un mismo lecho…
Ricardo Felipe
Un soñador sin mucha estirpe