Antonia Ceada Acevedo

VE…

 

 

No es una oración misteriosa

el destino de mis palabras

cuando al hablarte desnudo tu alma.

No es la voz de mi corazón

la que pretende  retenerte

aunque duele saberte en otros ojos

y en la pendiente de un alma.

No esperes un final sin principios;

acude al  ocaso de sus alas

antes de que el vuelo se la lleve

al azul de algún  sueño .. .

Preténdele cada alba, tras la plateada noche

Y hunde tus dedos en la entereza de su corazón.

No esperes más, amigo mio,coge al tiempo

Y vislumbra el camino de su piel

forjando  nuevas caricias.

Cura  tu soledad, hoy,

a besos, en la hoguera del pasado

con ese amor que tanto le puedes dar.

Ella será ese paisaje donde el crepúsculo te abrace

Y yo seguiré en la cansada hilera de mis huellas.

Bebe del fruto dulce de un árbol flamante

de color y aroma a tierra  recién llovida .

ve.

No reprimas tu dicha convirtiéndola en pena

Pues para eso faltan horas…

Cambia ,si quieres, lo externo

pero no tu naturaleza única

Y ve…

Amala.

No es una oración misteriosa

el destino de mis palabras

cuando al hablarte desnudo tu alma.

No es la voz de mi corazón

la que pretende  retenerte

aunque duele saberte en otros ojos

y en la pendiente de un alma.

Ve… y ama.

 

 

Antonia Ceada Acevedo

 

“El fruto  del saber no está en siembra  ajena ,si no en  aquel que  del propio dolor de  vivir nace”