Mi silencio tiene la simplicidad del hambre,
Y mi hambre tiene la simplicidad del dolor
Y mi dolor tiene la simplicidad de las heridas,
Y mis heridas la simplicidad de emerger
en cualquier parte de mi alma y mi cuerpo
Alma no tengas miedo, la vida enseña,
a cambiar hasta la muerte de lugar.
Cuerpo no tengas miedo, solo hay una señal,
no eres más, que una brisa fugaz en la tierra.
Así el silencio transita desde lo no entendible,
hasta el grito que se desprende de una oración,
el hambre genera rabia contenida,
que galopa en las venas como lava depredadora,
entre la esperanza y los sueños de niño.
Quizás el grito de este silencio,
Se asoma como el vuelo de un ave violada
Su canto gira en lo limites de un espacio
bestial, como flecha alada atravesando el tiempo,
la prisión ,el árbol de frutos sin nombres…
los sentimientos que se van desgarrando,
hasta llegar al silencio… silencio de hambre….
silencio de violencia en cierne , silencio de un amor
tan frio como el viento sur de cada madrugada
y sus olas blancas golpeando la cara,
o el vuelo al azar de hojarasca amarilla …
Quizás quisieras despojarte de ropas para vivir más libre,
hay tantos ritos alrededor de la muerte,
y menos alrededor de la vida,
y pocos alrededor del amor,…porque amar es dar…
dialogar con el silencio en prisión o libertad,
amanecer con las manos abiertas y extendidas,
como la flor despierta después del amanecer…
Parece haber un solo rito alrededor del hambre
el silencio dormido…que solo permite recoger
los frutos caídos del árbol, solo esperar…
así cada día, mas esperan que caigan los frutos,
no puedes remecer el árbol para que caigan
los frutos maduros, ni subirte a recoger,
es el juego de la propiedad de esta ciudad
que controla los latidos de un pájaro, y el silencio,
pero el silencio despierto, no tiene tantos ritos…
simplemente romperás una copa de cristal,
y tus manos heridas hablaran…menos de dolor,