No dejaré que duermas sin antes besarte
Y recorrer los rincones no explorados.
Calando con besos desmesurados
Y mi aliento tibio que no deja de amarte.
Poseo fervores nuevos para regalarte
que brotan de mi edén, para ser inmolados
ante mi esfinge viril y sean colmados
y adormecidos en brazos de baluarte.
Llévame a donde anida tu pasión
cabalgando sobre el acento de tu voz,
y volveré por tus urbes, lleno de ilusión
Dile a mi espíritu que lo amas en sovoz,
Y hagamos el amor con el alma en infusión
hasta palpar el alba, en vaivenes cautivos