Me saluda la tierra con su aroma
de alegres senderos en flor.
Me saluda la voz del agua
Con su constante clamor.
Me saludan los árboles y las hojas,
que se abrazan a un viento juguetón.
Y me saluda una lluvia de diminutas flores
que caen justo sobre mi corazón.
Me saludan las nubes desde el cielo,
apenas tostadas por el sol,
bailan con trajes rojos y amarillos,
lucen todo su esplendor.
Y me saludan las montañas
vestidas por el más bello atardecer,
con luz de sangre y fuego,
que se niega a desaparecer.
Y mi alma te saluda
desde el más profundo amor,
tal vez logres escucharla,
tal vez sientas su clamor.