Miércoles veinticuatro
de octubre de dos mil
doce, hora
doce cero dos a.m.
Hora en que digo amor,
¿cómo estás?
¿me has extrañado?
¡Qué locura!
hace solo unos minutos
hemos estado juntos.
Y yo sí, ya te extraño.
Cuando salí de tu casa
tu mamá estaba tejiendo.
Me sonrió pícaramente
y me largó un beso
con su mano.
Ojalá mi futura suegra
sea siempre así
de dulce.
Hablando de dulce,
no te olvides que hoy muy
temprano voy a ir
a buscar el frasco
de dulce de frutillas que
me prometiste.
Frutillas... tú eres mi frutilla,
mi postre de todos
los días.
¡cuánto te amo, mi amor!
No puedo dejar de pensar
en ti, noche y día.
Alimentas de amor
mi corazón y mi alma.
Solo estas breves
palabras quería decirte,
para que las leas,
y me recuerdes un poquito más.
Te amo. Te amo mucho.
Hasta luego.
Derecho reservado de su autor( Hugo Emilio Ocanto - 24/10/2012)