la noche es oscura en lontananza,
la noche se me antoja de templanza,
de sombras y mentira.
te observo desde el recuerdo tan lejano,
imagino tu cuerpo perfumado,
tus besos y el veneno de tus labios,
el dulce resquemor de la mañana.
la noche se presenta traicionera,
la guerra y la misión,
el fusil que, cargado, disparaba,
matando a un forastero,
llenándolo de plomo entre el sombrero,
azuzándolo en plata y en veneno,
para que nunca regrese a su cubil.
en cuanto todo acabe, que recuerde
el enemigo impío, acusador,
y falso, y lastimero,
que muera en plena calle sin auxilio,
pues él se lo ha buscado.