En el balcón de mi existencia,
aflora una bella y radiante rosa,
sus pétalos engalanan con visión sublime
mi alma enamorada,
su aroma plácido y lleno de vida
hace palidecer a la ensoñadora luna,
sus latidos incesantes
son música sutil a mis oídos,
sus colores intensos y radiantes
se dejan sentir,
como mágico embrujo de amor.
Esa rosa que se siente en suspiros,
clama el amor a los cuatro vientos,
el rocío de su figura
presta siempre a la caricia,
en la placidez de sus sueños
arrulla el sentir de la noble alma,
la brisa nocturnal llena de ruidos
la hace danzar en pos de la vida,
aun dormidos sus pétalos
despierta los sentidos del caballero.
En ese sublime balcón,
Esa sutil rosa,
No es otra que vos,
La dama de mis sueños.