Luis Elissamburu

Soldaditos de plomo

Jugaba mi pensamiento

en grandes batallas.

Cuando la guerra

era disponer soldados

sobre un blanco mapa.

Siempre volvían

sin la menor mancha

a ocupar su lugar

en la prolija

y conveniente caja.

Fácil era ganar

con tremenda ventaja.

El plomo y el esmalte,

inmúnes eran

a miserables y canallas.

Hubiera querido Dios,

que los hijos de la Patria,

igual de fuertes

resistiéran al enemigo

sin entregar sus almas.

Para que yo, no viera,

tanta sangre derramada,

con la infame injusticia,

de asistir al duelo,

sin poder hacer nada.