Parte de la noche estuve fuera de mi interior.
Con la fauna de luciérnagas viajeras
llegué ante la residencia espacial de aquella visión estelar.
Y tus manos fantásticas dentro de aquel retazo de cielo
sol de cera y miel
se escurrieron como seda.
Visión de luz de agua. . .
. . . de nada
. . .Solo fueron injertos de la imaginación.
Y una semilla de cada grano de sudor
fue néctar sembrado que fecundó tantas ideas:
. . . Una de ellas tuvo rostro de anhelos.
Limbo moderno de su nocturno rascacielos
en que casi danzo en su columpio marítimo
capa de su perezoso viento
soplo
suspiro
sedimento
efluvio de éste sueño destazado
barniz en su delicado cuajaron de aire
sustancia tubular
ácida
cáscara vacía
…me llenaban de esquizofrenia.
Yema de arena, poro de niebla
miro a tu suelo de nubes
rodeado de tus huellas fementidas
desde que proa la voluntad
cautivo.
Mi sueño: banco de eructos
confesaba: turbia barba donde orinan los garabatos
tizne de velorio sentimental
donde la rapiña de gusanos
larvas
se comían mis sentimientos.
Y aquella nave con bostezo de fruta fresca
fue parte del universo en la mano abierta
cociendo la madrugada.
Porque la dosis de mi noche noctámbula
fue pizca de mi noctámbula noche
en la que estuve fuera de mi interior.
Lo supe por una cena de estrellas
fui discípulo de Morfeo
trozo de aliento donde ensucié la ropa
nocturna prostituta me escribió con su levadura de sueño
somnolencia
visión
aturdimiento
Bernardo Cortés Vicencio
Papantla Ver, México