Quedarme en completa ausencia de ti
descubriendo la oscuridad de los días
vengando tu partida por dolor en mí
es algo jamás querré vivir en rebeldía.
Si lo que hay entre nosotros es la vida
desenvolviéndose entre flores de amor
derramando en cada poro luz nacida,
aires con frescura y delicadeza mayor.
¿Para qué desechar lo que el cielo dió
cuando tu flecha atravesó mi corazón
arrancando espinas de amores lejanos
al instalar tu miel de calma con tesón?
No quiero cruzar un perdido desierto
de arena y muerte, frialdad venidera,
porque solo tu oasis mantiene cierto
de mí, lo que soy, sabiendo tu espera.
De solo no imaginarte quedaría mudo
terminando como completo desolado
si alguna vez marcharas de mi mundo,
el que eternamente te seguirá amando.