Del sustento vital que no me sustenta
se acompaña un malestar existencial.
Tiene por vida una vida rara,
una terrible sensación de malestar.
Hoja de mi cerebro que cae otoñal
y otoño que provoca sin saber
una correosa existencia.
Colmena aparatosa de gente sin hablar,
tumultuosa sátira de mi vida.
Calma, letanía que ejerce un destino,
Letania que abarca un crucifijo de mi persona.
Busqueda de buscar por buscar,
esperpento de una realidad.
De una realidad oprobiosa
que demuestra lo indemostrable,
la entrega de entregarse a una vida,
a una vida paulatina y capaz.
Y más y más que no cuento sin contar con nadie.
Y más que más añoro, por qué tu no estás.
Porque no tiene ciencia ni conocimiento,
sólo una soledad sin igual.