( En el escenario, intérprete
en el centro de sala.
Escucha música clásica.
Los ojos cerrados.
Concentrado en lo que escucha.
Su cuerpo está sentado
sobre un sillón de ruedas.
Inválido. Sigue escuchando.
Abre los ojos. Se acerca
al mini componente, y lo apaga)
Ya está. Ya has complacido
mi alma. Estoy realizado.
( Bruscamente gira su sillón,
y queda de espaldas al público.
Se dirige a servirse
un whisky)
Mi amigo... Y mi enemigo...
( Mirando fijamente el vaso)
Vos has sido el responsable
de mi desgracia.
Pero aún te sigo bebiendo...
Al menos estoy acompañado...
por vos y la música...
Ella me trae tantos recuerdos dolorosos...
No soy masoquista... soy un lastimoso
inválido que se atormenta
recordando el pasado...
Ella me abandonó,
y sigo recordándola para sobrevivir...
aunque haya buscado
la muerte sin lograrla...
Aquella noche... en que
ella ejecutaba su concierto...
¡Tchaikovsky! ¡Mi genio musical...!
Y vos, mi amor ausente,
que estabas allí, con tu extraordinario
talento de artista...
ejecutando el concierto
que aún sin escucharlo,
lo escucho...
¡ El número uno
por la número uno!
( Sigue bebiendo)
Esa noche el público
se puso de pie para aplaudirte,
como lo hacía en todas
tus actuaciones...
Ejecutando este concierto
te conocí, y en la última
función que te vi, te perdí...
¡Tchaikovsky, ven a socorrer!
¡ Ven a devolverme mis piernas...!
( Sigue bebiendo)
Esa noche, en la que
tenía que haber ido
a festejar el éxito
del concierto con mi mujer,
eludí todo compromiso
para ir con mis amigos a emborracharnos...
Ya ni me acuerdo dónde
fuimos a parar...
Con alegres mujeres, y loco alcohol...
Esa noche me emborraché
hasta quedar tirado
en un coche que me trajo hasta aquí...
Vos estabas esperándome
muy enojada, y yo,
indefenso por mi gran curda,
sólo me reía... me reía...
hasta que me reventaste la
cara con una cachetada.
Y me atormentaste los oídos
con tus hirientes palabras de reproches...
Dijiste que me abandonarías...
creo que fue así...
( Continúa bebiendo)
Fuiste tan terminante
en tu decisión, que yo...
te dije que si me abandonabas,
me suicidaría...
Pasó mucho tiempo
desde esa noche...
Y me entero... dicen...
que en un momento de locura...
me asomé al balcón y
haciendo ademán de lanzarme al vacío,
resbalé, y lo que fue una amenaza,
se convirtió en realidad...
Caí... y aquí estoy,
postrado en este sillón, solo...
solo... y vos, mi amor,
ya no estás más en este mundo...
¿Cuánto tiempo ha pasado?
¿tres, cuatro años...?
Sí, capaz que sí...
no lo sé exactamente...
( se dirige al mini, lo enciende)
¡Tchaikovsky, sigue
haciéndome recordar aquella noche...!
La noche del éxito
de mi mujer
con tu concierto...
la noche que se separó
de mí, la noche que
me caí para quedar postrado aquí,
en este sillón...
¡ Sigue con tu concierto Tchaikovsky!
¡ Sigue atormentándome...!
¡ Sigue tocando, para que yo
siga recordando la noche
de mi muerte en vida...!
¡Yo tenía que haber muerto...!
¡no ella...! ¡sigue maestro...!
¡ Hoy tu concierto me desgarra el alma!
Me trae recuerdos... recuerdos del ayer...
¡Recuerdos de vida... y de muerte...!
Oh, Dios...¿ por qué yo
aquí postrado y ella muerta?
¡Dios, cómo te amaba ella...!
Me enseñó a amarte... ¡Te amo,sí!
Pero ten piedad de mí...
¡Hazme desaparecer...!
¡Elimíname del mundo...!
Me porté mal con ella...
¡Y me porté mal con vos...!
¡Mándame lo que me merezco...!
¡La muerte...!
¡No la tengo a ella para amarla...!
¿Para qué estar
yo aquí con vida...?
¡Tchaikovsky, Dios...castíguenme...
la muerte... vení a buscarme, muerte...!
¡Ese concierto... esa música...!
¡Concierto en el cual conocí
la felicidad por quien la ejecutaba,
mi amor...!
Pero ella ya no está... y yo aquí,
con tu concierto...
Padre mío... te amo...
Sé que vos también a mí...
¡Pero concédeme lo que te pido...!
¡No quiero vivir...!
¡Llévame Señor...!
¡Me arrepiento de mis pecados...!
Inconscientemente...¡yo la maté...!
Por mis borracheras...
Por mi egoísmo... por mi
adicción al maldito alcohol...
que me llevó al intento de suicidio,
y aquí estoy, vivo...
¡Sigue concierto, sigue...!
Cuando ella vivía...
vos, concierto, nos hacías
dichosas nuestras vidas...
¡Ahora, concierto, sigue atormentándome!
Y tal vez escuchándote...¡pueda lograr
la muerte...!
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 25/10/21012)