Llora mi corazón, hoy no ha sido un día fácil,
En realidad es algo que ya había pasado tantas veces,
Pero todavía no me acostumbro a ver mis sueños morir,
Sin motivo ni razón, esperanzas perdidas y fugases,
Con tan poca fuerza para seguir…
Llora mi alma angustiada,
Confundida y debilitada por tanto daño,
No existe motivo, para dañarla,
Si solo se enamoro…
Un suspiro se escapa sin permiso,
Delatando mi sentir y mi dolor,
Se desprenden gotas de sal de mis ojos,
Que cubren mi rostro de angustia y desesperación,
Porque me sigo preguntando,
Sigo sin comprender como alguien puede dañar sin compasión…
Duele demasiado, casi no puedo soportarlo,
Me siento tan débil, impotente y cobarde a la vez,
Y solo le puedo llamar a mi Dios,
Quien nunca duerme, quien siempre me escucha y está pendiente,
De lo que necesita para fortalecerse mi corazón…
Cierro los ojos, y con un respiro libero mi espíritu,
Para que pueda llegar hasta él, en lo más alto del cielo,
No existe impedimento para sanarme y llenar de plenitud,
En cada espacio de mi cuerpo una nueva esperanza de amor…
Reconfortado esta ya mi espíritu,
Tal vez si fuera de acero no sentiría tanta desilusión,
Quizá si no supiera amar, no sufriría por tanta ingratitud…